Texto que acompaña la muestra
El dibujo es una disciplina en sí misma. Aunque el dibujo es, también, la disciplina auxiliar de cualquier cosa que se proyecte construir o realizar. Todo nuestro entorno está dibujado y la trayectoria de una sonda espacial debe ser previamente calculada y dibujada. La sonda traza una compleja línea en el espacio profundo que es un dibujo humano.
Para mí, el dibujo es el canal más directo de la imaginación visual, y los motivos del imaginar se van develando detrás de las imágenes que se realizan, sucesivamente, en una dirección, que es un viaje de exploración; lo que permite hacer conciencia progresiva de aquello que hay en uno y que exige manifestarse.
Siempre abordé el dibujo como una disciplina exploratoria y lúdica. El espacio gráfico es un campo visual y también un campo de acción; y con la línea, el punto, el tono y la textura, construyo pacientemente las formas, las figuras, las configuraciones y las estructuras que me dicta la espontaneidad.
Cada dibujo es una actividad, un proceso que desoculta algo que se viene abriendo paso desde no sé dónde ni cuándo, pero que después reconozco cómo algo relacionado conmigo.
Me pongo a trabajar con intenciones mínimas. Si no logro percibir que lo que se está desarrollando tiene vida propia, cambio de rumbo o abandono. No me es posible imponerle una dirección fija a la actividad; apenas una orientación global con fluctuaciones. En mi caso, es más bien la actividad la que crea el motivo.
E.G.D.N.